sábado, 19 de agosto de 2017

Mi primera experiencia como profesora de matemáticas

Hola Elimatemáticos(as)! Como muchos han de saber la mayoría de personas que se dedican a las matemáticas se dedican también a otra cosa: a enseñarlas.
Yo evidentemente no sería la excepción, así que entré por recomendación a una especie de colegio que en Colombia le llaman (de forma algo peyorativa, lo siento) "validaderos", son sitios donde el estudiante termina su bachillerato más rápido, es decir, deberían ver lo de un año escolar en seis meses.

La verdad no pagaban demasiado, pero a pesar de eso yo quería ganar experiencia como profesora, así que empecé un sábado, puesto que yo debía enseñar matemáticas y física a los grados décimo y undécimo en la jornada sabatina. El primer día me pareció curioso que los grados (10 y 11) se encontraban revueltos, eran alrededor de 12 estudiantes, y no sabía exactamente qué enseñarles, así que les pregunté si sabían sobre el teorema de Pitágoras, a lo que me respondieron varios que no. Entonces comencé a explicar, pero me tardé dando ejemplos y solo era una hora de clase, pues en la siguiente hora debía enseñarles física. Ese día les dejé un montón de tarea.

Al siguiente sábado ya estaban separados, y debía enseñar dos horas de matemáticas y una de física a cada curso, pero yo cometí el error de no preparar adecuadamente las clases, pues yo tenía muchos libros en mi casa y no sabia con cual guiarme, además no daban demasiados detalles y hasta para mí era confuso tratar de entender lo que decían. Por otro lado, en el horario que me enviaron en el colegio veía que de los grados sexto a noveno los estudiantes estaban también mezclados, lo cual no tiene mucho sentido pues los temas de matemáticas varían de acuerdo al grado, eso explicaba porque varios estaban perdidos cuando llegaban a décimo y/o undécimo. Así que decidí enseñar desde lo más básico. 

Entonces ese sábado empecé explicando a los jóvenes de undécimo lo que había preparado pero las cosas se me salieron un poco de control, pues los estudiantes dijeron que yo les estaba cambiando el tema y se quejaron con la subdirectora, y ella llegó y los comenzó a regañar, y muchos de ellos decían que querían a la antigua profesora, solo unos cuantos me defendieron. Después debía enseñar en el grado décimo y pues no hace falta el estudiante que le quiere coquetear a su profesora, no sé en cuántos lugares pase, al final tuve que decir que llevo dos años de noviazgo y ahí se calmó el muchacho. 
Ese fue mi último día de clase en ese colegio, pues los estudiantes de once no quisieron negociar y querían a su anterior profesora. Pero hay unas cuantas observaciones que quisiera realizar con respecto a esta experiencia: Primero, debería cuestionarse la existencia de este tipo de colegios, pues los estudiantes no salen bien preparados para la universidad, o por lo menos cambiar su metodología de enseñanza, ya que yo debía enseñar con unos libros guía y nunca me los facilitaron, y pretendían que yo me desgastase regañando y vigilando a jóvenes de más de 15 años como niños pequeños. Segundo, nunca cometan el error de mal preparar una clase. Tercero, siempre muestren seguridad y carácter, esto determinará cuánta autoridad tendrán sobre sus estudiantes. 
Bueno, espero hayan disfrutado leyendo esta pequeña entrada y déjenme saber en los comentarios su opinión al respecto. 

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